Las aceitunas son un alimento muy versátil. Encajan tanto en platos tradicionales como en platos elaborados. Solas o de acompañamiento, en ensaladas o en guisos. Son perfectas para un buen aperitivo, sea la hora que sea del día, e incluso para un postre.
En el último post desglosamos los beneficios de la aceituna para combatir el frío, y es que tomando este alimento no solo disfruta nuestro paladar, sino todo nuestro organismo. Son ricas en vitamina A, necesaria para la vista, el sistema inmunitario y la reproducción y en vitamina E, la que ayuda a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres.
Contienen fibra, elemento esencial para la disminución del riesgo de padecer enfermedades respiratorias, infecciosas y cardiovasculares. También forman parte de los alimentos que aportan grasas saludables, es decir, grasas no saturadas que ayudan a transportar las vitaminas por el cuerpo y muy necesarias en la construcción del tejido nervioso.
La Fundación Española de Nutrición (FEN) apunta que “cubre casi el 5% de los objetivos nutricionales recomendados; siendo además una fibra muy digestiva».
¿Es posible que este alimento tan pequeño pueda estar presente en tantos momentos y tenga tal cantidad de beneficios? A continuación os lo demostramos con 5 formas diferentes de disfrutar de las aceitunas:
Paté de olivada que previene enfermedades cardiovasculares
Mezclamos un puñado de nuestras aceitunas favoritas, anchoas en aceite, un diente de ajo, dos cucharadas de piñones, una cucharada de alcaparras y AOVE. Trituramos con batidora o picadora y servimos con tostadas.
Las aceitunas contribuyen a la prevención de enfermedades del sistema circulatorio y enfermedades cardíacas gracias a sus grasas saludables.
Pizza caprichosa repleta de energía
Tras elaborar la masa de la pizza, extendemos una capa de tomate frito y queso rallado. A continuación añadimos champiñones, cebolla, jamón york y aceitunas en rodajas, y horneamos a 150º durante 15 o 20 minutos.
Es el alimento perfecto para personas con tensión baja, ya que ayuda al organismo a recuperar los niveles necesarios. Además, ayuda a las células a mantener el equilibrio perfecto de agua dentro y fuera de ellas.
Ensalada griega que disminuye el colesterol
Picamos en daditos tomate, pimiento verde, pepino, cebolla roja, queso feta y aceitunas. Mezclamos y aliñamos con sal y AOVE.
El ácido oléico ayuda a reducir el colesterol LDL, el nocivo, y aumentar el colesterol HDL, el “bueno”.
Guiso de pollo que protege de la autooxidación
Picamos una cebolla y dos dientes de ajo y pochamos en una sartén u olla. Agregamos contramuslos de pollo deshuesados cortamos en taquitos, y después de hacerlos 5 minutos añadimos vino de Jerez y salsa de tomate.
Dejamos cocer con la tapa puesta unos 10 o 15 minutos, agregamos perejil, sal y las aceitunas y servimos inmediatamente.
Las aceitunas tienen multitud de compuestos bioactivos y nutracéuticos que destacan por su efecto antioxidante: carotenos, minerales y ácidos triterpénicos entre ellos.
Muffins con aporte de hierro
Mezclamos 100 gramos de maizena tamizada, 3 huevos, 100ml de leche condesada, 200 gramos de harina, 75 gramos de mantequilla, 3 cucharaditas de levadura, 100 gramos de queso suave y 50 gramos de aceitunas troceadas. Vertemos la masa en papel de magdalenas y horneamos a 180º durante 15 o 20 minutos.
El hierro es imprescindible para el organismo, ayuda a la síntesis de carnitina (un aminoácido que transforma la grasa en energía). Alimento aliado perfecto para personas con anemia.