Todos estamos de acuerdo en que las aceitunas están deliciosas y son el aperitivo perfecto para ir abriendo boca o como ingrediente para potenciar el sabor de cualquier plato principal… ¡hay muchísimas formas de disfrutar de las aceitunas! Hoy te traemos nuestras recetas favoritas para que veas cómo aliñar aceitunas en casa y personalizarlas a tu gusto.
Aceitunas aliñadas: un nivel más de sabor
Las aceitunas aliñadas tienen tres grandes virtudes:
- Son muy fáciles de preparar, solo necesitas algunos productos y un poco de paciencia.
- Son muy versátiles: puedes hacer el aliño que más te guste experimentando con tus especias favoritas para ir descubriendo combinaciones únicas.
- Son muy sabrosas: una buena aceituna siempre está buena, pero si la aliñas a tu gusto potenciarás todo su sabor.
Antes de empezar tenemos que aclarar algunos puntos básicos:
- Es importante que la materia prima sea buena: cuanto mayor sea la calidad de la aceituna y del resto de condimentos que agregues, mejores resultados conseguirás.
- Se pueden aliñar tanto aceitunas negras como aceitunas verdes de cualquier variedad. Las variedades gordal, hojiblanca o manzanilla son algunas de las mejores opciones.
- No hay límite de condimentos, lo ideal es que juegues y combines los que más te gusten. Eso sí, para obtener buenos resultados, no recomendamos excederse en la diversidad de sabores.
Y ahora sí, con todas estas cuestiones claras, te dejamos nuestras recetas favoritas para que aprendas cómo aliñar aceitunas en casa
Aceitunas aliñadas con ajo (y especias)
Probablemente la opción más sencilla: se escurren las aceitunas y se pasan al tarro donde se vayan a conservar. Se cubren con agua y se echan los ajos, previamente machacados, troceados o picados (cuanto más pequeños los trozos más rápido se hará el aliño). Si se quiere, se pueden incluir especias como el tomillo, el romero o el orégano que casa muy bien con el sabor de la aceituna y del ajo.
Aceitunas con vinagre y pimientos
Esta opción es un éxito asegurado: el ácido del vinagre combina a la perfección con el pimiento. El proceso es también muy sencillo: por cada kilo de aceitunas se añaden 100g de vinagre y el resto se cubre con agua. Después de picar el pimiento, se incorpora también a las aceitunas y para un toque picante, se pueden añadir cayenas o guindillas picadas. Tras una semana de reposo cerradas herméticamente en la nevera, habrán alcanzado todo su sabor.
Cítricos y cilantro
Una combinación fresca y original que no deja a nadie indiferente: o te encanta o la odias. Se exprime el jugo de una naranja y de un limón y se añade la piel rallada, siempre sin llegar a la parte blanca. Después se machacan 15 g de semillas de cilantro (si las tuestas de antemano potenciarás mucho más su sabor) y se incorporan en la mezcla junto con 25 g de jengibre fresco rallado. Se vuelca el aliño en las aceitunas y, tras 10 días de reposo cerradas herméticamente en el frigorífico, ¡están listas para comer!
Aceitunas negras con pimentón y cebolla
Si tienes un antojo de repente esta receta es para ti: se basa en ingredientes cotidianos que seguro que tienes por casa y está lista enseguida. Para 250 g de aceitunas negras se necesitan 50 g de cebolla dulce cortada en juliana, 25 ml de vinagre, 25 ml de aceite de oliva, 15 g de pimentón dulce y sal al gusto. Se mezcla todo, se añaden las aceitunas y ¡a disfrutar!
Un aliño exótico: curry y picante
Con esta fórmula original sorprenderás a todos los comensales. En una cazuela, infusiona 25 g de curry y una guindilla en 50 ml de aceite de oliva durante unos diez minutos. Deja que se enfríe bien y cubre un kilo de aceitunas con la mezcla. Añade unos 50 g de sal y déjalo reposar en la nevera cerrado herméticamente durante unos 10 días.