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26/10/2020

25 años escribiendo la historia de Agrosevilla

Agrosevilla

Hace más de 40 años que comenzó a escribirse una historia basada en la cooperación, el compromiso y el esfuerzo para luchar por un proyecto común. La historia de Agrosevilla.

Desde entonces ha llovido mucho, pero el relato sigue más vivo que nunca. Las nuevas líneas las escriben, año tras año, cada una de las personas que forman parte de la compañía: agricultores, personal de fábrica y oficina, cooperativas… Algunos comentan que existe una forma ‘agrosevillana’ de ser y estar en el mundo. Y tan cierto será cuando en nuestras filas contamos con auténticos profesionales y mejores personas.

En concreto, hoy hablamos con dos de ellos, Miguel Jaime y Miguel Ángel. Dos personas que este año cumplen 25 años de dedicación y compromiso con esta familia. ¡Felicidades!
 

 

Dos protagonistas de esta historia

Uno de nuestros protagonistas es Miguel Jaime. Tiene 51 años, es natural de La Roda de Andalucía y lleva 25 años dedicado a la aceituna de mesa. Anteriormente trabajó un par de años en la cosecha de la aceituna, y mucho antes en el sector de la electricidad, oficio que heredó de su padre. Nos cuenta cuánta ilusión le hizo la noticia de que entraba a formar parte de Agrosevilla.

Actualmente, Miguel Jaime desempeña su trabajo dentro de la cadena de producción omo operario de encajadoras en la Línea 9, aunque la mayoría de estos 25 años ha estado dedicado a su ‘querida’ línea 8.

Quién le iba a decir a este electricista de veintipocos años aficionado al montañismo que desarrollaría su carrera profesional en esta familia. Tras todo este tiempo, el recuerdo que guarda con un cariño especial sigue siendo este:
 
“El recuerdo que se me viene a la mente, y agradezco siempre, es cuando, tras dos años trabajando en el Patio en la recogida del producto, me llamaron para ocupar mi puesto actual. Me hizo verdadera ilusión la confianza depositada en mí. Me alegró mucho”.
 
Pero, ¿cómo es el día a día de Miguel Jaime? Así describe su labor diaria en la fábrica de La Roda de Andalucía. 
 
Cuando llego pongo en funcionamiento el equipo de cola para que vaya alcanzando la temperatura. Confirmo el producto que vamos a fabricar y preparo el videJet, que es una impresora para marcar la tapa del bote. En él ponemos el lote correspondiente, tamaño de la aceituna.... Seguidamente pido las cajas necesarias y configuro otra impresora para marcar la caja. Compruebo que los códigos coinciden y todo está en regla. 
Preparo la máquina encajadora con las bandejas y las cajas. Entonces, llegan los botes envasados y pasteurizados y  los empezamos a encajar, asegurando que está perfectamente pegada en todas sus caras.
 
¡Y ya comenzamos a encajar botes! A lo largo de la jornada me voy asegurando de que todo funciona como debe ser, que el bote va marcado con su texto, que van pegadas todas las solapas de la caja que le llegan al paletizador en perfecto estado”.

 
 
Nuestro segundo protagonista es Miguel Ángel, también natural de la Roda de Andalucía. A sus 45 años lleva más de la mitad de su vida dedicada al mundo de la aceituna, vocación que combina con su pasión por pasear por el campo y los animales.

Tradicionalmente de familia olivarera, nos cuenta que su primer recuerdo asociado al olivar remonta a cuando él era muy muy pequeño y acompañaba a su padre a la jornada de trabajo en el campo. Quizá fue este legado aceitunero el que hizo que su mejor recuerdo sea este:

“Fue el día que me comunicaron que empezaba a trabajar en la fábrica, ya que era muy joven y tenía mucha ilusión por pertenecer a una gran empresa”

En sus inicios estuvo dedicado a las líneas de envasado durante varios años. En la actualidad, Miguel Ángel es encargado de patios de fermentadores.

¿Cómo es un día en la jornada de Miguel Ángel? Qué mejor que el mismo para describirlo.

“Tengo que controlar todas las entradas y salidas de cisternas en la planta, asi como tengo que coordinar a los operarios de patios para que realicen las tareas propias de esta sección , como son descargas , cargas , abastecimiento de lineas y mantenimiento de fermentadores.”

Tras charlar con ellos y leer sus testimonios, nos reafirmamos en algo que ya sabíamos: el éxito de una gran compañía se mide por la riqueza profesional y personal de sus trabajadores. Y para muestra, Miguel Ángel y Miguel Jaime. 

Muchas gracias por tantos años de dedicación y compromiso. Gracias por ayudarnos a seguir escribiendo la historia de Agro Sevilla.